Paravico es un pequeño pueblo del municipio de Boimorto. Llegamos a él por casualidad. Cuando regresábamos de comer el famoso "pulpo á feira" en Melide, se nos ocurrió aventurarnos por una estrecha carretera a ver qué descubríamos.
El lugar está rodeado de grandes prados con ganado y lo componen un escaso número de casas.
Lo que nos llamó la atención fueron unas curiosas formaciones rocosas en medio de los prados.
Fue una pena no poder acercarnos más a las rocas, ya que los prados estaban cerrados con cercas por el ganado.
Algunos de estos lugares tenín un aire mágico y místico. Dejando volar un poco la imaginación, podías pensar que en cualquier momento aparecería un druida para llevar a cabo una de sus ceremonias.
Estupendas fotos, como sólo una artista puede hacer.
ResponderEliminarUn beso enorme,
Megan
Muchas gracias por tus palabras, querida Megan.
ResponderEliminar¡Un abrazo bien grande!
Hola...
ResponderEliminarMe he encontrado estas fotos de pura casualidad, se me ha dado por buscar Paravico en Google... :D
Y me he sorprendido bastante (muy buenas).
Soy autoctono de Paravico aunque ahora no vivo alli, así que reconozco esos lugares de toda la vida. En concreto esa arboleda en medio de u prado donde hay una roca enorme, cuando éramos niños soliamos jugar por alli y subirnos a ella, era muy místico xD
Todo el pueblo ha estado siempre lleno de rocas grandes por todas partes, algunas de las cuales dinamitaron para poder dedicar el terreno para maiz o prados. De hecho no muy lejos hay una especie de "desguace de rocas" que apartaron con palas y camiones.
Gracias por las fotos, me han traido nostalgia ;)
Me ha hecho mucha ilusión el calificativo de lugar mágico y místico. Yo soy de Paravico y os aseguro que es un lugar para meditar y contactar con lo más profundo de uno mismo, pero también tiene sus inconvenientes es una tierra que guarda mucha información y en ella hay bastante pena y tristeza.
ResponderEliminarGracias por las fotografías, son preciosas
Es un lugar al que llegamos de casualidad pero que nos fascinó y nos dejó una profunda huella. Nos encantaría volver y tener la ocasión de hablar con alguien que nos pudiera contar la historia de Paravico, el día que pasamos no vimos a nadie. Tus palabras nos hacen encontrar el lugar aún más interesante y nos has dado un motivo para regresar, pero con más calma. De todas maneras ¿qué lugar no guarda algo de pena y tristeza?.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y un saludo.