En tiempos lejanos (o no tanto) la bahía de A Coruña era un lugar estratégico para dominar una parte del Océano Atlántico, y eso la convertía en un lugar continuamente atacado. El castillo de Santa Cruz se construyó para defender la bahía, y hoy en día es utilizado para fines más nobles: es sede del CEIDA (Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia).
Dar un paseo por él es perfecto para pasar un rato agradable en días de buen tiempo. Al fondo puede verse la ciudad de A Coruña, y el otro fuerte construido como defensa, el Castillo de San Antón.
Se llega al castillo por una pasarela sobre el mar cuando hay marea alta y sobre la arena cuando está baja, ya que se encuentra en una pequeña isla. Un precioso magnolio nos da la bienvenida.
Unos pinos centenarios y un tejo aún más viejo dominan todo el panorama alrededor, sustituyendo a los guardiamarinas que en tiempos oteaban el mar en busca de naves enemigas.
La pasarela se cierra por la noche para evitar visitas indeseadas. Los muros del castillo en el islote se encargan del resto.
Por suerte hace tiempo que los paseantes sustituyeron a los cañones en el castillo de Santa Cruz.