martes, 2 de agosto de 2011

Faro de Cabo Vilán. Camariñas (A Coruña)

El faro de Cabo Vilán se alza imponente ante el Atlántico, sobre una base rocosa de 80 m. de alto, lo que sumado a sus 24 m. de altura, elevan su luz hasta los 104 m.


La torre de Cabo Vilán es espectacular. Su fuste es de forma troncopiramidal, con ocho caras. Por una de esas caras del lado este, podemos ver una sobre otra, cinco ventanas rectangulares que iluminan otros tantos tramos de las escaleras interiores. El fuste octogonal acaba en la parte superior en una cornisa volátil que, sostenida por 24 ménsulas (tres por cada lado) rodea el torreón o base cilíndrica de la linterna. Desde este privilegiado balcón circular, se contempla un paisaje espléndido : en primer lugar el islote de O Vilán de Fóra y gran parte de la Costa da Morte.






Ilumina el océano hasta 80 millas para ofrecer seguridad a los barcos que navegan por una de las rutas más transitadas y peligrosas.
El faro se enciende por primera vez en 1854 y debido a su escasa altura (7 m.) en 1896 se inaugura el actual faro, el primero de España que funcionó con luz eléctrica.   


El faro de Cabo Vilán inspiró a pintores y poetas, entre ellos a Paz Lestón, que escribió estas hermosas palabras :


O Vilán

Como un xigante de leenda,
na veira do mar deitado,
sua rexa mole semella
dormichar nos días calmos...
(...) Agora, a mau do progreso
púxolle na testa un faro
que coma un moderno cíclope
seu ollo vira airado.

(X. Paz Lestón. 1945)
 








Fuentes :
- Por los faros de la Costa da Morte.
- Faros de Galicia.

4 comentarios:

  1. CAMARIÑAS DEL ALMA

    En tropel por abrazarse a tus tierras
    descompuestos jinetes de batallas,
    audaces trotamundos de mil guerras,
    delirantes corceles de tus playas.

    Cual, si finos bolillos, van bordando
    una costa de caprichosas calas,
    que la mar tenebrosa va calcando
    del cielo colosales antesalas.

    “Costa da Morte“, destino y morada;
    ocaso efervescente de otra vida,
    tenebrosa penumbra embrujada;
    “ abra cadabra”… hechizada guarida.

    Lamentos de una mar encadenados,
    tragedias de mil navíos prisioneros;
    abismos que retuercen endiosados
    gemidos de intrépidos marineros.

    En la cima de la roca más angosta
    me inclino, Camariñas, mi adorada,
    ante el templo sagrado de tu costa
    y el amasijo de tu arte y tu espada.

    Antonio Puertas

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  2. SIEMPRE ESTARÁ CAMARIÑAS

    Cuando sea un viejecito,
    de esos que nadie quiere,
    y vea como me hiere
    el desprecio que va escrito,
    en ojos de un hombrecito,
    que evita, con sus retrasos,
    retrayéndose a mis pasos,
    esquivarse a mi presencia,
    …o note su indiferencia
    aún con reflejos escasos.

    …Cuando nadie de mi se acuerde,
    con su ria y sus campiñas,
    siempre estará Camariñas,
    presente, quien me recuerde.
    Con ausencia que se cierne
    de otros tiempos tan felices,
    los de hoy, son aprendices,
    con tanto feliz recuerdo;
    por sus mares yo me pierdo,
    bogando con mis deslices.

    Cuando vea las miradas,
    -aunque conmigo tropiecen-
    en ojos que languidecen,
    y vayan despreocupadas,
    sin saludar, reparadas,
    de quien va por el lugar,
    es porque debo de marchar
    a sacar mi vieja barca
    que mis recuerdos aparca
    junto a la orilla del mar,

    Antonio Puertas

    Todos los derechos reservados





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    Respuestas
    1. ¡¡Vaya dos poemas!!
      La verdad es que nos quedamos sin palabras y nos gustaría tener algunas de las tuyas para poder describir así algunos de los lugares que visitamos. Gracias Antonio.

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  3. Allí, he nacido yo, en Camariñas de mi alma...que tuve que abandonar siendo joven, por motivos de la vida.
    Allí, pasé mis mejores años, y mis recuerdos me llevan a evocar aquellos momentos tan felices que he vivido...

    EL DIA QUE YO ME MUERA

    El día que yo me muera,
    si una oportunidad me dan,
    haré un castillo de nubes
    y en mar de espumas lo verán.

    Elegiré las más blancas
    que leviten donde están
    las gaviotas y las dunas
    con huellas del cormorán.

    Me haré una barca nueva
    invisible al navegar,
    los remos serán mis versos,
    la fantasía será mi hogar.

    De piedra será la vela
    que a soñar me impulsará,
    y, en los días de tormenta,
    la Barca me arrullará.

    A la altura de Villano
    me inclinaré para escuchar
    las voces que llevo dentro
    con caracolas de mar.

    Las estrofas de mis versos
    las olas las llevarán
    y las conchas en la arena
    mi cantar escribirán.

    Las señales que os mande
    estrellas del azar serán,
    iluminando la noche,
    si una oportunidad me dan.

    Antonio Puertas.






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