Volvemos de nuevo a recordar y traeros imágenes de nuestro reciente paseo por tierras zamoranas.
Adentrarse en la Sierra de la Culebra es adentrarse en los dominios del lobo. Es aquí donde el lobo ibérico cuenta con su mayor población y aunque no es fácil encontrase con uno, si en algún sitio hay opciones de verlo es en estos montes. No se trata de una sierra de gran altura, pues su cota máxima es Peña Mira con 1200 metros, pero se trata de una de las zonas más deshabitadas de Europa, lo que la hace ideal como hábitat para el ciervo, el corzo, el jabalí, el gato montés, la nutria y por supuesto, el lobo.
Habitan estas montañas cinco especies de culebras, y puede ser que deba su nombre a estos reptiles, aunque también se dice que es debido a la longitud y las suaves formas de sus cimas, parecidas a una serpiente en movimiento. En cualquier caso, estos montes estuvieron antaño repletos de robles y encinas, aunque en nuestros días la especie predominante es el pino.
Salimos de Villadepera en dirección Alcañices, desviándonos allí hacia San Vitero, un pequeño pueblo donde junto a su iglesia podemos ver un miliario romano y un toro prerromano de granito, conocido como “El Berraco”.
Seguimos dirección Mahide y antes de entrar en el pueblo nos desviamos a la izquierda , adentrándonos ya de lleno en la sierra.
Nos acercamos al pequeño pueblo de Flechas, que sólo cuenta con seis habitantes y conserva las típicas construcciones alistanas. Nuestra ruta nos lleva hasta Riomanzanas, situado en un valle fronterizo con Portugal. El arroyo Fontano parte el pueblo por la mitad, e incluso hay un pequeño puente para cruzarlo. Vale la pena dar una pequeña vuelta por sus estrechas calles.
Vamos ahora hacia Linarejos subiendo la sierra, y con unas vistas maravillosas.
En primavera debe ser espectacular ver los brezos, las jaras, las escobas y las lavandas en flor. En poco tiempo llegamos a la parte más alta, desde donde vemos prácticamente toda la Sierra de la Culebra.
En Linarejos hay un desvío hacia Santa Cruz de los Cuérragos, un bellísimo pueblo de montaña de visita imprescindible.
Nuestros pasos se dirigen después hacia Villardeciervos, cruzando pequeños pueblos de esta hermosa sierra.
Allí comimos muy bien en el restaurante Remesal, os lo recomendamos. Si os gustan los embutidos caseros, en la carnicería Ángeles encontraréis unos para chuparse los dedos, especialmente el chorizo que está espectacular. Paseando por sus calles podemos ver sus casas con mampostería de piedra. Este pueblo está considerado conjunto histórico ya que es una buena muestra de la arquitectura de la zona. Para completar la ruta vamos pasando por una serie de pequeños pueblos en el que en todos hay alguna cosa que ver, la iglesia con la habitual cigüeña, algún castro romano, un molino...y así cruzamos Ferreras de Arriba, Sarracín, Campogrande, Bercianos, Gallegos del Río para llegar al punto de partida y poner fin a esta ruta que nos ha enamorado.
