Paseando por Cedeira podemos comprobar
como esta villa costera se reparte por los dos márgenes del
Condomiñas. A la derecha nos queda el casco viejo, rodeado
antiguamente de murallas de las que hoy solo queda un pequeño trozo.
El trazado estrecho y sinuoso de sus calles es un vestigio del
antiguo núcleo medieval. Aún se pueden ver casas con los blasones
de las familias a las que pertenecieron. Recorriendo las calles
podemos llegar a la magnífica playa de la Magdalena, llena de
bañistas en verano. Desde la cercana ermita de San Antón de
Curbeiro, del siglo XVII, contemplamos unas estupendas vistas
de la ría. Cedeira tiene un precioso paseo que nos lleva hasta el
puerto donde llegan los barcos con las capturas que podremos degustar
en cualquiera de los restaurantes y bares del pueblo. Nosotros
acabamos nuestro paseo por Cedeira tomando un refrigerio en La
Taberna del Foro, un local acogedor con un ambiente muy agradable.
Ermita de San Antón de Curbeiro