Nos acercamos a Abegondo para ver el Puente de Beldoña, de
origen romano y que salva el río Mero por el antiguo Camino Real que unía
Santiago y Betanzos. Tiene un solo ojo y data del siglo II. Aunque está muy
cerca de la autopista y de una carretera, se trata de un lugar tranquilo
rodeado de verdes prados, por donde antaño iban los peregrinos hacia la tumba
del apóstol. Se sabe que en la Edad Media sufrió una importante remodelación. Actualmente
se puede ver que una pequeña parte de la piedra del muro que sirve de baranda
está caída. Hay bastante vegetación en los márgenes del puente y del río, por
lo que no es fácil bajar hasta la orilla para contemplar el arco del puente.
Casi dos mil años han pasado por este puente y aquí sigue, ayudando a vadear el
Mero o simplemente para dejarse observar por todos los amantes de nuestro
patrimonio histórico.
Roi se lo pasó genial correteando por un campo junto al río en busca de un palo.