Ayer tuvimos la ocasión de asistir
en Parga por primera vez a esta feria, que llega a su decimonovena edición. Nos encantó el ambiente familiar y festivo
que se respiraba y como el tiempo acompañó, una gran cantidad de
personas acudieron durante todo el día para ver a los canteiros
trabajando, acercarse hasta alguno de los numerosos puestos de
artesanía o a disfrutar de una buena ración de pulpo, churrasco o
callos. Sin duda lo mejor del día fue
poder ver a los canteros trabajando la piedra. Desde las
diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, se dedicaron a esculpir un bloque de piedra hasta darle la forma que querían . Las tres mejores tallas pasarán
a adornar jardines y rincones de Parga. Es impresionante ver como van
sacando de la piedra la imagen que tienen en la cabeza. Hablando con
algunos de ellos nos contaron que es muy difícil vivir de esto y que
sólo lo hacen porque les apasiona. Muchos se dedican a otra cosa y ocasionalmente acuden a este tipo de demostraciones. Da pena pensar
en cuanto talento se desperdicia por falta de oportunidades.
Pero aquí en Parga, por lo menos
tienen un sitio donde mostrar todo su arte y que la gente pueda
apreciar uno de los oficios más antiguos del mundo que gracias a
ellos sigue hoy igual de vigente.
También pudimos ver una exposición de coches clásicos :
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