Cerca de Celanova no hay que perderse
la villa medieval de Vilanova dos Infantes. Alrededor de su torre las
casas se apiñan en estrechas callejuelas. La torre es el vestigio de
una fortaleza construida en el siglo X por el conde Gutierre
Menéndez, aunque esta fue derribada por la revuelta de los
Irmandiños en 1476.
Algunas casas señoriales, los diversos
hórreos y el entramado medieval de este pequeño burgo se han
conservado hasta hoy, por lo que merece darse un paseo por sus
calles, siempre a la sombra de la torre, dominadora de la villa.
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