lunes, 24 de febrero de 2014

Entroido Ribeirao. Volantes de Santiago de Arriba. Chantada (Lugo)


  
En Santiago de Arriba el entroido es todo un acontecimiento. Esta pequeña aldea de la Ribeira Sacra es una de las que ha recuperado el tradicional Entroido Ribeirao. A orillas del Miño se celebraron durante siglos estos ancestrales ritos de fertilidad para las cosechas y celebración del próximo fin del invierno. Al sonido de las gaitas, los volantes danzan haciendo sonar sus chocas mientras uno de ellos con un gran pucho de cintas de colores baila y gira por las huertas y caminos de la aldea atrayendo así la buena suerte para las cosechas venideras. Los maragatos o peliqueiros (no confundir con los de Laza) van vestidos con ropa vieja y pieles de animales y con una correa de cuero van abriendo camino a los volantes. Estos son los personajes más vistosos, porque van vestidos con un mono bicolor, normalmente rojo y amarillo, y portan un cinturón con 24 campanas o chocas. El Domingo Corredoiro (domingo anterior al domingo de entroido) ambiente era sensacional y cuando llegamos aún pudimos ver como terminaban de vestirse algunos volantes. Muchos de ellos eran niños que garantizan que la tradición no se pierda. Iker, un niño que aún no tenía los dos años y Adrián con tres eran los más peques. Era fantástico verlos con sus chocas imitando el bailes de los mayores. Los mecos son personajes mudos que representan pequeñas obras teatrales llamadas “Los oficios”. En ellas tratan con un tono satírico aspectos cotidianos de la vida.

Es impresionante ver como se mueven los volantes que llevan el pucho, pues es de grandes dimensiones y puede llegar a pesar 15 kilos. Grandes cintas de colores, flores y pequeñas muñecas adornan este peculiar sombrero que convierte al volante en el rey del entroido en la ribera del Miño.

Es encomiable la implicación de los habitantes de la zona para mantener uno de los carnavales mas singulares y especiales ya no de Galicia, sino que seguramente de todo el país. Nuestra enhorabuena y más sincera admiración al colectivo “Amigos do Entroido Ribeirao” por sus esfuerzos en mantener una tradición de siglos que estuvo a punto de desaparecer y que hoy en día goza de una salud excelente, pues cada vez son más las personas que se acercan hasta Santiago de Arriba para disfrutar de su maravilloso entroido.




 






























sábado, 15 de febrero de 2014

Atapuerca (Burgos)



Visitamos los yacimientos y el parque arqueológico de Atapuerca. En esta pequeña sierra burgalesa quiso el azar que las obras para construir un ferrocarril minero dejaran al descubierto el mayor yacimiento de fósiles humanos del mundo. Atapuerca es hoy un referente mundial.  






Visitamos la Sima del Elefante, la Galería y la Gran Dolina. La sensación de estar en un lugar especial nos acompañó en todo momento. Pudimos seguir la evolución humana y comprender mejor como eran nuestros ancestros. Por qué somos como somos.
Viendo los trabajos de los arqueólogos te das cuenta que hay que amar profundamente esta profesión y que es una pena que la mayoría de ellos no pueda dedicarse al trabajo para el que están formados.
Recorrer los yacimientos no es solo un salto atrás en el tiempo para conocer al Homo Heidelbergensis o al Homo Antecessor, es también descubrirnos un poco mejor a nosotros mismos, pues les debemos lo que hoy hemos logrado como especie.






 
David Canales fue el guía de nuestro grupo y de una manera amena e instructiva nos mostró rasgos esenciales en la historia evolutiva humana y por qué Atapuerca es tan importante. Además de guía es también uno de los arqueólogos que excava en el yacimiento, así que nadie mejor que él para explicarnos y contestar nuestras preguntas. Tenemos que decir que su trabajo nos pareció magnífico porque para la inmensa mayoría de gente que visita Atapuerca ésta es una primera toma de contacto sobre el terreno con los trabajos arqueológicos y con la evolución humana, más allá de los artículos y reportajes que hallamos leído o programas de televisión que hayamos podido ver. David consiguió que todos entendiéramos perfectamente todo aquello que nos contó y los niños se lo pasaron en grande.






En el parque arqueológico vimos demostraciones prácticas sobre talla de piedra, pinturas rupestres, caza y encendido de fuego. Este es un lugar perfecto para llevar a los niños porque para ellos es divertidísimo y disfrutan mucho. Nos alegró ver que eran muchos los que acompañaban a sus padres en la visita. ¿Quién sabe si a alguno de ellos no le entró el gusanillo y es el día de mañana un arqueólogo de los que continuarán desenterrando los tesoros de este maravilloso lugar?
Porque el porcentaje excavado es mínimo a pesar de todos los restos de humanos y animales encontrados. Dicen los directores de las excavaciones que aquí se jubilarán arqueólogos que todavía no han nacido.