domingo, 16 de marzo de 2014

Caneiro do Piago. Outeiro de Rei (Lugo)


Aprovechamos el buen tiempo reinante estos días en Galicia para hacer un pequeño tramo de la ruta “Camiño do Miño”, en Outeiro de Rei. La ruta total tiene 18 kilómetros, pero nosotros hicimos unos seis. Empezamos en el área recreativa Santa Isabel, en Outeiro. Una buena cantidad de mesas y bancos de piedra, barbacoas y zonas acondicionadas para el baño en el río Miño hacen de esta zona un lugar ideal para pasar un día al aire libre. Ahora mismo los árboles no tienen hojas, pero en verano la sombra debe ser abundante. El Miño transcurre plácido por aquí y nos acompaña los primeros metros del camino.






Al poco podemos ver la desembocadura del río Ladra en el mismo Miño. Pequeñas playas naturales bajo los árboles invitaban a darse un chapuzón.



Resistiendo la tentación seguimos caminando y al poco nos desviamos a la izquierda, alejándonos del Miño para caminar por un sendero flanqueado por muros de piedra y tierras de cultivo. Aquí el camino sube un poco, pero no es exigente. Caminamos al lado de robles, pinos, castaños y otros árboles. La variedad natural de esta zona sirvió para que fuera declarada reserva de la biosfera.




Un precioso perro se nos unió durante un rato, y aunque al principio a Roi no le hizo mucha gracia, después hicieron buenas migas.





Llegamos así a la pequeña población de Robra donde giramos a la derecha ya por asfalto. Todo el trayecto está muy bien señalizado. Caminamos un tramo hasta llegar al Caneiro do Piago.







El Miño abandona aquí su placido recorrido para precipitarse en unas pequeños saltos de agua y coger fuerza y velocidad por entre las numerosas rocas que asoman por el curso del río. El lugar es muy bonito y en verano la gente suele venir a tomar el sol y bañarse en estas enormes rocas sobre el caudal del río. El sonido del agua es aquí constante y pocos metros mas adelante el Miño vuelve a serenarse.






Volviendo sobre nuestros pasos cruzamos un puente sobre el río y nos adentramos por la otra margen del padre de los ríos gallegos. Son numerosos los islotes que en medio del río están poblados de árboles. Mucha maleza y troncos se acumulaba en ellos debido a las fuertes lluvias de los últimos tiempos. Desde aquí regresamos a Santa Isabel, el área recreativa donde empezamos nuestra pequeña ruta. Una opción magnífica para pasar una mañana o una tarde a orillas del río Miño.







2 comentarios:

  1. A miña aportación ao programa da RG, Pensando en ti, con Marcial Mouzo, co que colaboro nas madrugadas dos xoves.

    XUNTANZA EN LUGO

    Hoxe, a festa toca en Lugo,
    e, maña, sabe Deus onde;
    así, vou leva-lo xugo
    por onde lle corresponde.

    Vai axeitado ca cidade
    por Paulo Fábio fundada,
    cun chisquiño de saudade
    da mámoa celta alí afincada.

    Érguese nun cotarelo,
    tan puro coma o armiño,
    e guarecido cun velo
    das brétemas no corpiño.

    Expido vai polo mundo
    presumindo de muralla,
    por ser patrimonio oriúndo
    da terra meiga que á entalla.

    Romana, en deuses, figura,
    que bañan seus pes no Miño,
    aquelados na procura
    do ouro polo seu camiño.

    Lucus Augustus e lanzas,
    termas, denarios e bravos,
    castros, honor e matanzas,
    dereitos, milicia… escravos.

    Foron os tempos mudando,
    e, aí, temos a San Froilán,
    nas casetas festexando
    cas campás e o seu troularán.

    Deus Pai, con Cristo, inflama
    a fe na Forma sagrada,
    que santa María proclama
    na catedral, venerada.

    Nas entrañas da Cidade,
    colleita da súa leira,
    produtos de calidade,
    castañas e polbo á feira.

    E, na Exágono hoxe canta
    Lys Pardo, con nome de flor,
    que, a “anduriña“ en voo adianta,
    cos seus bicos pa un pai cantor.

    E, pola veiga das leiras,
    hei marcar aquela estrela,
    que alustrará coas vieiras
    a senda de Compostela.

    Seguindo o Miño, hei volver
    a Lugo dende Fisterra,
    coa saudade dun querer
    que eu gardei pola súa terra.

    Antonio Puertas

    Tódolos dereitos reservados.










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    Respuestas
    1. Grazas pola túa aportación, Antonio. Coma sempre, un fermoso poema.
      Un saúdo.

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