Fundado en el año 955, el monasterio
fue donado a los canónigos regulares de San Agustín en el siglo
XII. En el 1164 pasa a la categoría de colegiata.
Con características propias del
románico gallego, destaca en su exterior su fachada con dos
contrafuertes, que marcan con claridad las tres naves en que está
construida la iglesia. Una portada también románica con tres
arquivoltas con motivos vegetales destaca en la fachada. Sobre un
tornalluvias encontramos un rosetón. A la izquierda de la fachada se
alza una torre románica reconstruida sobre el 1770, por lo que se
aprecia claramente el estilo barroco. Al lado se encuentra la casa
abacial que sufrió numerosas reformas. Declarada monumento nacional
en 1931, bien merece una visita.
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