A Coruña se traslada al medievo desde
el martes 21 de julio hasta el domingo 26, para celebrar la XXI Feira
das Marabillas. La ciudad vieja se llena de puestos de artesanos y
las calles se ven inundadas por numerosos espectáculos en vivo que
hacen las delicias de los miles de visitantes. Los aromas de los
diferentes tipos de comida invitan a saborear las viandas que se
ofrecen. Durante unos días todo gira en torno a esta feria medieval
que ya es un referente dentro de este tipo de eventos.
martes, 21 de julio de 2015
domingo, 19 de julio de 2015
Festa do Carmen. Caión. A Coruña
En el pequeño pueblo pesquero de Caión
se celebra como cada año una romería marinera en honor de la Virgen
del Carmen, patrona de los marineros. Después de una misa en la
iglesia, la imagen de la Virgen es llevada en procesión hasta el
puerto, donde se oficia otra misa. Después la subirán a bordo de un barco
donde saldrá navegando durante un trecho, seguida por numerosas
embarcaciones que escoltan a la que lleva la venerada imagen. Cientos
de personas la despiden en el puerto y esperan su vuelta para
acompañarla de nuevo a la iglesia. Como buen pueblo lleno de
pescadores y gente que vive del mar, Caión no puede dejar de honrar
a la Virgen del Carmen, a la que sobretodo se le pide que proteja a
los que se embarcan y tienen en las impredecibles aguas del océano
su medio de vida.
domingo, 12 de julio de 2015
Rapa das bestas de Amil. Moraña. Pontevedra
Este fin de semana Amil celebró su
Rapa das Bestas, un trabajo ganadero reconvertido en una fiesta que
atrae a gran parte de los vecinos del Concello de Moraña y a
numerosos turistas. Los caballos pastan libres por el monte Acibal y
después de agruparlos se les conduce hasta el curro, lugar donde se
procederá a separar a los potros nacidos en libertad de la manada y
después a la rapa de las colas y las crines de los animales para
soltarlos mas tarde al monte otra vez hasta el siguiente año ,
cuando se repetirá la operación.
En Amil la rapa se celebra el
sábado por la tarde y el domingo en dos turnos, a las doce y a las
cinco. Por este motivo mucha gente monta sus tiendas de acampada en
el monte y pasa allí la noche del sábado. Las gradas del curro se
llenan para el espectáculo y cuando los aloitadores empiezan a
separar a los potros se respira una mezcla de tensión y ambiente
festivo. La tarea es peligrosa porque los caballos no paran de
moverse y los animales forcejean con los hombres tratando de
quitárselos de encima. Caídas y golpes son habituales entre los
aloitadores. La gente allí congregada está asistiendo a un rito
ancestral que ha perdurado hasta nuestro días y celebra con vítores
cada asalto de los hombres a la manada. Aunque las imágenes pueden
parecer otra cosa, el respeto hacia los animales es absoluto y
después de este proceso volverán a cabalgar libres por su hogar,
por el monte Acibal.