miércoles, 11 de noviembre de 2015

El cañón del río Lobos. Soria


El Parque Natural del Cañon del río Lobos es todo un espectáculo en cualquier época del año, pero especialmente en otoño. Caminar rodeados por sus farallones calizos excavados por la acción del río durante milenios es una de las mejores rutas que se pueden hacer no ya en Soria, donde se enclava la mayor parte del parque, si no que nos atreveríamos a decir de toda España. En el cañón encontramos bosques de pinos y sabinas, enebros y cerca del cauce chopos y sauces. En las escarpadas paredes anidan buitres, águilas y otras rapaces, que pueden verse sobrevolando los cielos en todo momento. Corzos, jabalíes, liebres, zorros o nutrias son otros de los habitantes de este paraje. Por si esto fuera poco, nos encontramos con la ermita de San Bartolomé, ligada a la orden de los caballeros templarios. Muchas son las leyendas en torno a esta preciosa construcción. Una de las más sorprendentes es la que dice que se encuentra exactamente a la misma distancia del cabo de Finisterre y el cabo de Creus. La medición por satélite moderna parece ser que desmonta este mito, pero la desviación no es tan grande teniendo en cuenta los métodos de hace siglos. Normalmente cerrada vale la pena ver sus hermosos relieves: lobos, caras, cruces patadas típicas del temple y su rosetón de seis corazones entrelazados, muy similar al sello de Salomón.
Todo esto hace del Cañón del río Lobos uno de los lugares mas bellos y sorprendentes que hemos tenido la ocasión de visitar.
 
























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