miércoles, 23 de marzo de 2016

Ruta de la Seimeira. Santa Eulaia de Oscos. Asturias


Partiendo del área recreativa de Pumares, muy cerca de Santa Eulalia de Oscos, recorrimos esta fantástica ruta sin apenas dificultad, más allá de alguna pequeña subida y algún trozo donde si las piedras están mojadas hay que tener cuidado. Son unos 9 kilómetros ida y vuelta y llevando siempre el río Agüeira a nuestra izquierda atravesamos bosques de robles y castaños inmensos, una aldea abandonada y el valle del desterrado.
Partimos y rápidamente estamos rodeados de vegetación y muros de piedra llenos de musgo. El rugir del río no nos abandona casi nunca y atravesamos restos de diversas construcciones casi ocultas por la maleza y el musgo que aquí parece eterno. Los castaños son auténticos monumentos naturales. También nos encontramos con antiguas corripas, unas construcciones redondeadas de piedra que se usaban para guardar las castañas. Pasamos por la aldea abandonada de Ancadeira, y sus casas y muros medio derruidos nos recuerdan la enorme dificultad de habitar estos bosques por los seres humanos. Dejamos atrás la antigua aldea y encontramos un bosque de castaños con unas mesas de piedra donde poder descansar y leer un panel donde nos cuentan la historia del porqué del nombre del valle del desterrado. Encontramos un puente que nos lleva a la aldea abandonada de Busqueimado, a un kilómetro y medio si queremos hacer ese desvío. Nosotros no lo hicimos y recorrimos los trescientos metros que nos separan del espectacular salto de agua de unos treinta metros. Todo el recorrido parece sacado de un cuento y esta época es particularmente buena para hacerlo, ya que las abundantes lluvias hacen aún más impresionante contemplar la Seimeira.
Ya solo nos queda disfrutar del espectáculo y deshacer lo andado. Una ruta muy recomendable.




























jueves, 3 de marzo de 2016

Pazo de Santa Cruz de Ribadulla. Vedra. A Coruña

 
A la sombra del Pico Sacro y a la rivera del río Ulla se encuentra este precioso pazo que en esta época se llena de visitantes para observar sus maravillosas camelias. Incluido en la Ruta de la Camelia, este lugar parece sacado de un cuento. Es innegable su alto valor paisajístico y pasear por los jardines es descubrir una gran cantidad de rincones donde dejar volar la imaginación. La cascada, el banco de Jovellanos, sus bosquecillos de bambú, los helechos gigantes, las magníficas magnolias y numerosos ejemplares de árboles y plantas que se reparten por todo el lugar crean sin duda uno de los espacios botánicos más fascinantes de Galicia. Es cierto que la camelia juega un papel principal, y alrededor de ella se crean jornadas festivas como la que tuvimos oprtunidad de ver, donde los colegios de la zona crean esculturas usando las hojas y flores de la camelia como material predominante.
El pazo de Santa Cruz de Ribadulla merece una visita para disfrutar de todo el encanto que puede llegar a ofrecer. Hay que recorrerlo con pausa y parecerá que nos hemos introducido en un cuadro de los pintores prerrafaelitas.