San Xoán 2017. A Coruña

Este año nos acercamos hasta Coruña para disfrutar de una de las fiestas más importantes de toda Galicia y en especial de esta ciudad. Aquí las playas del Orzán y de Riazor se llenan de miles de personas que alrededor de las hogueras cantan, bailan y comen para celebrar la más mágica de las noches. Por el paseo marítimo también es mucha la gente que se acerca para ver el ambiente y disfrutar de los fuegos artificiales y la quema de la enorme falla que prepara el concello.

En el arenal todo es fiesta y el espectáculo no deja indiferente. La imagen de la playa llena de gente y hogueras es algo que difícilmente se olvida. No en vano en A Coruña el San Xoán ha sido declarado fiesta de interés turístico internacional con todo merecimiento.

Ruta del castillo de Monfragüe. Cáceres

 

Una de las rutas más bonitas que se pueden hacer en Monfragüe es la llamada Ruta del castillo.

Nosotros la hicimos desde Puente del Cardenal, aprovechando que el nivel del río estaba bajo y se veía, cosa que no siempre sucede. Desde allí llegamos hasta la una antigua casa de peones camineros e iniciamos la subida al castillo por la zona de umbría. Madroños, quejigos, alcornoques y arbusto bajo nos acompañan. Hay algunas zonas que se recuperan de un reciente incendio y que le dan al bosque un aire casi fantasmal. Desde el castillo las vistas son absolutamente maravillosas. Todo el Parque Nacional de Monfragüe se extiende bajo los pies, y las enormes rapaces nos sobrevuelan a apenas unos pocos metros de nuestras cabezas. El Tajo se desliza perezoso ante nuestra mirada y hay una buena vista del Salto del Gitano. Tras permanecer un rato reponiendo fuerzas y disfrutando del paisaje, bajamos del castillo en dirección al mirador más emblemático del parque, el Salto del Gitano. Numerosos turistas y excursionistas se apiñaban para ver el vuelo de las aves con prismáticos, telescopios y cámaras con objetivos kilométricos. Los buitres negros, las aguílas imperiales, las cigüeñas negras o las garzas reales nunca defraudan y obsequian a los visitantes con sus majestuosos vuelos. Aunque acabamos cansados valió la pena el esfuerzo, pues Monfragüe se nos mostró majestuoso y precioso. Sin duda un sitio para repetir.