Guimaraes es una pequeña ciudad
portuguesa llena de encanto. Hay que pasear por sus callejuelas hasta
desembocar en la Plaza de Oliveira, con su magnífico Padrao do
Salado con un hermoso crucero en su interior. Acercarse hasta su
castillo medieval o visitar el Palacio de los Duques de Braganza.
Subir en el teleférico hasta la cima del Monte da Penha para admirar
las impresionantes vistas de la ciudad o tomar un café junto a la
iglesia da Consolaçao. Es Guimaraes patrimonio de la humanidad y
cada una de las fachadas de sus edificios atestiguan el porqué. Sin
duda una visita muy recomendable.