Trancoso es una pequeña villa
amurallada del centro de Portugal, y una de sus doce aldeas
históricas. Se accede por A Porta do Rei y A Porta do Prado y se
estructura en torno a tres plazas. Sus callejuelas son encantadoras,
en especial las que suben al castillo, llenas de hortensias hasta el
punto de casi cerrar el paso. El castillo es visitable y desde lo
alto se contempla una magnífica vista de Trancoso y los campos de
alrededor. Es pequeño y se visita rápido, pero si se está por la
zona es muy recomendable.