El castillo de los Andrade (S. XIV) no fue lugar de residencia, sino un baluarte defensivo, con una pequeña guarnición, al mando de un alcaide.
Fue construido por Fernán Pérez de Andrade o Bo. La parte mejor conservada es la torre del homenaje, que mide 20 m. de alto y 10 m. de ancho.
El castillo de Andrade siguió en manos de la casa de Alba (heredera de Andrade y Castro) hasta que a finales de los años 80, ésta suscribió un acuerdo con el Concello de Pontedeume para administrar su uso y disfrutre sin afán de lucro.
Construido en la peña de Leboreiro, a unos 300 m. sobre el nivel del mar, se compone de foso, murallas, patio y torre.
El foso lo rodeaba por todas partes menos por el norte (ya que no era necesario)
Las murallas forman un polígono irregular de seis lados. En el lado sur se abre la puerta abocinada. Sobre ella y a ambos lados, están labrados los escudos de Fernán Pérez de Andrade.
La leyenda del castillo del hambre
Cuentan que hubo un alcaide muy mujeriego en el castillo, llamado Pedro López, que requería amores de Elvira, doncella de la mujer del señor Andrade. Pero ésta estaba enamorada de Mauro, paje del mismo señor. El alcaide, despechado, los engañó y encerró en el calabozo de la torre e hizo creer al señor que habían escapado.
Un esclavo mudo llamado Zalemí bajaba todos los días a llevarles alimentos, hasta que Mauro se soltó y lo hirió de muerte.
El alcaide los dejó morir de hambre porque no confiaba en ningún otro criado.
Herido de muerte por el novio de otra moza a la que pretendía, se lo contó al señor de Andrade cuando éste fue a consolarlo en su última hora. El señor de Andrade, lleno de dolor porque Mauro era su hijo natural, mató al alcaide con su propia daga y mandó bajar al calabozo, donde encontraron a los dos jóvenes abrazados.
Ayer nos encontramos con una agradable sorpresa : se puede subir a lo más alto de la torre y contemplar desde allí unas magníficas vistas de la ría de Ares y el entorno circundante.
En la cercana Pontedeume se puede visitar el Torreón de los Andrade, los señores del castillo así como San Miguel de Breamo. Y si todavía quedan ganas y fuerzas, acercarse a las Fragas del Eume y ver el Monasterio de Caaveiro.
Para ampliar información, os dejamos estos dos enlaces que nos han parecido interesantes:
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