domingo, 23 de julio de 2017

Locronan. Bretaña. Francia


Cuando llegas a Locronan esperas un pueblo pintoresco, pero la verdad es que te quedas sin palabras cuando empiezas a recorrer sus callejuelas. Cada paso que das es una postal, y cada rincón es aún más maravilloso que el anterior. Parece sacado de un cuento. Las casas que rodean La Grand Place, con la iglesia enmarcando todo el conjunto ya merecen la visita. Después descubres que solo es uno más de los lugares tan bellos que alberga esta villa detenida en el tiempo. Aquí no verás cables eléctricos, ni antenas en los tejados. Verás todo lleno de flores y cuidado hasta el mínimo detalle. Todo el conjunto es tan bonito, tan especial que cualquier cosa que se diga no es suficiente. Hay que verlo, no hay otra manera de hacerse a la idea de Locronan. Todo en este pequeño pueblo es grande en belleza. Las vidrieras de la iglesia llenan de colores el interior de esta, el cementerio detrás de la misma es de una sencillez que aumenta si cabe la sensación de estar paseando en un lugar tan bonito que casi parece un decorado. Está considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia, para muchos el que más junto a Rochefort en Terre, y no queda duda de que lo es. Desde nuestro punto de vista es posiblemente el pueblo mejor conservado y mas hermoso en conjunto que hemos visto nunca. De visita absolutamente obligada. Solamente poder ver Locronan justifica un viaje a la Bretaña.
































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