La construcción de esta fortaleza nos
remonta hasta los siglos XII o XIII, aunque el aspecto actual es el
resultado de varias reformas sufridas a lo largo de varias épocas.
Una de ella la ordenó Vasco das Seixas tras la revuelta de los
irmandiños, que provocaron importantes destrozos en la fortaleza.
Tras pasar por varios propietarios, el último de ellos quiso
demolerla para reutilizar la piedra y fue gracias a Don Manuel
Vázquez Seixas que pasa a ser propiedad de la diputación de Lugo.
Actualmente alberga en su interior un museo de etnografía.
Podemos ver multitud de objetos
relacionados con oficios tradicionales. Herramientas agrícolas,
cestería y otras piezas artesanas nos acercan a tiempos no tan
lejanos. Destaca un traje para la lluvia hecho de paja. En una sala
dos sillas de mano llaman la atención. Sillas de montar de diversos
tipos completan la sala.
La cocina es una de las piezas mas destacada del museo. La lareira, y el horno son espectaculares. Se completa con elementos típicos de una cocina tradicional gallega como un alzadeiro y numerosos muebles con objetos de uso cotidiano.
La cocina es una de las piezas mas destacada del museo. La lareira, y el horno son espectaculares. Se completa con elementos típicos de una cocina tradicional gallega como un alzadeiro y numerosos muebles con objetos de uso cotidiano.
El gran salón contiene diversos
muebles y piezas, algunas religiosas, muy importantes.
Un dormitorio amueblado como lo estaría
en la época medieval merece un vistazo detenidamente. Una cama de
madera con un arcón a los pies para guardad la ropa, una silla de
brazos para la higiene y ropas de de cama nos muestra las costumbres
de la época.
Una pieza que nos llamó la atención
es sin duda la espectacular armadura de un guerrero samurái del
siglo XVII aproximadamente. Es una donación privada y está expuesta
con una gran colección de armas blancas.
Numerosas armas de fuego antiguas
forman parte también de las piezas del museo, en una sala donde una
armadura de cota de malla sobresale entre las piezas expuestas.
Justo debajo de la parte alta de la
torre podemos ver una sala con una chimenea renacentistadel siglo XVI
y una cama barroca con decoración militar.
Una vez en lo alto de la torre podemos
disfrutar de unas vistas maravillosas de todo el entorno de la
fortaleza.
Una visita obligada para todos los que
pasen por Friol y sus alrededores.
Queremos dar las gracias a Francisca
Abuín por sus explicaciones y por la información que nos
proporcionó sobre el patrimonio del concello de Friol.
Podéis ampliar información en los siguientes enlaces :
No hay comentarios:
Publicar un comentario