No se puede visitar León y la
Maragatería sin recorrer Castrillo de los Polvazares. Adentrarse en
este precioso pueblo es saltar a la época en que los arrieros
maragatos recorrían estas tierras con sus mercancías. Se puede
apreciar perfectamente la típica arquitectura de la zona, con
susesplendidas casa de piedra rojiza. Castrillo es una calle
principal que atraviesa el pueblo y de la que salen otras
callejuelas, algunas de ellas verdaderamente estrechas. Puertas de
madera de vivos colores, ventanas enrejadas y viejos balcones
componen una imagen onírica de este pueblo declarado Conjunto
Histórico-Artístico. Por supuesto no puedes dejar pasar la
oportunidad de comer en alguno de los numerosos mesones un buen
cocido maragato, su manjar más preciado y conocido.
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