El domingo de entroido Vilariño de
Conso se viste de gala y se llena de turistas para contemplar el
desfile de sus boteiros y sus fulións, que llenan este pequeño
pueblo de Ourense rodeado de montañas con la celebración de uno de
los entroidos más puros de Galicia.
Los boteiros de Vilariño no se pueden
confundir con los de la vecina Viana do Bolo, ya que aunque presentan
algunas similitudes, son muchas las diferencias entre estos dos
personajes.
Vilariño se llena del sonido de los
tambores y el repiqueteo de los martillos sobre las azadas y guadañas
que cada fulión de las aldeas de los alrededores lleva, compitiendo
en ritmo e intensidad con los otros fulións.
Los boteiros abren paso
y se encargan de mantener a raya a todo aquel que se interponga entre
ellos y los fulións que recorren el pueblo. El espectáculo es
maravilloso, porque el entorno de Vilariño realza esta celebración
ancestral que celebra la vida justo antes de que llegue la primavera.
La fiesta se completa con una jornada gastronómica donde el cabrito
es el rey indiscutible.
Todo en este entroido despide un aire de
pureza que ya es difícil de encontrar, y ver por las estrechas
callejuelas de Vilariño avanzar a los boteiros dando saltos ayudados
de sus moncas, abriendo paso al fulión, que atrona con sus ritmos
ancestrales todo el pueblo es un espectáculo digno de ser
presenciado para comprender lo que significa para muchas aldeas de
Galicia su entroido.
Hemos de decir que nos ha encantado y
desde aquí queremos reivindicar el nombramiento de este sensacional
entroido como de interés turístico de Galicia. Sin duda lo merece
tanto como los ya declarados.
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