Santa María de San Salvador de Cañas
es una abadía de monjas de la orden del Císter. Es una de las
primeras conregaciones femeninas de la orden en España y aún se
encuentra habitado por ellas. Fue declarado monumento nacional en
1943 y es también conocido como El monasterio de la luz.
La verdad es que este nombre es muy
apropiado, ya que entre las tres naves paralelas que se unen en el
crucero hay veinte ventanales que en lugar de estar cubiertos de
cristaleras, como en la mayoría de los casos, tienen unas laminas de
alabastro blanco, que dotan a toda la iglesia de una luz especial,
poco habitual en estos templos. Destacan el claustro y la sala
capitular, con la impresionante tumba de la abadesa Urraca Díaz de
Haro. También se conservan numerosas reliquias entre las que se
encuentran algunas calaveras de las once mil vírgenes, las
herraduras del caballo de Santiago o un trozo de la Cruz de Cristo.
Todo ello salpicado además de numerosas obras de arte sacro. Para
nosotros fue todo un descubrimiento y salimos gratamente sorprendidos
por la belleza de esta abadía riojana.
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