En el sureste de la provincia de
Salamanca, en la sierra de Béjar y a casi 1200 metros de altura,
Candelario nos recibe con todo su encanto. Se trata de un típico
pueblo de la zona donde antiguamente tenía lugar una importante
industria chacinera. Sus empinadas calles, sus preciosas batipuertas
en muchas de sus casas, con balcones para secar el embutido y grandes
aleros para protegerlas de las fuertes nevadas del invierno y los
canales de agua que baja de la sierra corriendo por las calles le dan
al lugar un aire especial. Hay que recorrerlo pausadamente, admirando
la arquitectura típica y adentrándose por sus angostas callejuelas.
En la parte alta la iglesia de la Asunción domina el pueblo y es a
su vez dominada por las cumbres de la sierra. Después de recorrer
este precioso y empinado pueblo, nada mejor que recuperar fuerzas con
algunos de los platos típicos de la zona, como las patatas meneás
con torreznos o cualquier otra exquisitez gastronómica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario