Desde hace 25 años Meira celebra una
exaltación de la malla tradicional. Durante toda la jornada del
domingo se recrea esta actividad agrícola con máquinas antiguas,
algunas verdaderas joyas que han llegado a nuestros días aún en
funcionamiento. Es una buena ocasión para ver lo dura que podía
llegar a ser la vida en el rural. Una gran carpa daba acogída a todo
aquel que quisiera degustar el cocido a precios populares. Diversos
grupos folclóricos amenizan las demostraciones de malla y una
exposición de aperos de labranza antiguos completa una jornada para
retraerse a los viejos tiempos.
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