Sierra de Forgoselo (A Coruña)

La Sierra de Forgoselo es un espacio natural de especial interés en el que se combinan zonas de bosque denso con otras de escasa vegetación. En la cumbre de Racamonde encontramos un mirador sobre la ría y las montañas próximas.

 Forgoselo está lleno de ganado salvaje, actualmente se calcula que hay unas 450 cabezas de ganado vacuno y otras tantas cabezas de ganado caballar.

 El ganado se cría en libertad, los terneros crecen junto a sus madres en este espacio protegido que tiene más de 1000 hectareas de extensión.

 

El faro Estaca de Bares (A Coruña)

 Situado en pleno corazón de las rías altas, el faro de Punta Estaca de Bares, es el más septentrional de toda la península.

Sus antecedentes históricos comienzan en 1846 cuando D. Pedro Juan de Zulueta, residente en Londres, y el Ministro Plenipotenciario de Inglaterra envían una proposición a la administración española solicitando el establecimiento de dos nuevos faros, uno en Finisterre y otro en cabo Ortegal. Consultada la opinión de marineros y prácticos, se encuentra preferible para el segundo la ubicación prevista para un faro de primer orden en la Estaca de Bares y se ordena la confección de ambos proyectos. 

Realizados por el ingeniero Félix Uhagón, comienzan los trabajos en el mes de diciembre de 1849, con un continuo y fuerte temporal, su costo será de 131.830 reales. En los meses de junio y julio siguiente se colocó el aparato, y después de haberse encendido para hacer las pruebas necesarias, empezó a alumbrar definitivamente el 1 de septiembre del mismo año, con la apariencia de luz blanca giratoria con eclipses de minuto en minuto. 

Salvo la modificación del carro circular realizada en 1861, según un proyecto de Lucio del Valle para aminorar los desgastes de las pistas de rodamiento, apenas si tuvo otras reformas.

 

El Plan General de Obras Públicas de 1939 aprobaría su electrificación y la instalación de un radiofaro y una sirena. Esto supondría también un cambio sustancial en la habitabilidad y el aspecto externo, pues se edificarían cuatro nuevas viviendas de planta y piso, formando dos "L" unidas por un muro en cuyo centro hay una puerta que accede al patio interior. Se situaron delante del antiguo edificio, cuya superficie quedó libre para albergar sala de máquinas, taller y despacho, comunicándolo con él por dos pasillos cubiertos. El proyecto data del 18 de mayo de 1949 y su ejecución dio como resultado el aspecto que hoy tiene.

Con la adopción del faro, en 1993, por la Autoridad Portuaria de Ferrol - San Ciprián, se instaló un equipo luminoso completamente nuevo de La Maquinista Valenciana. También fue monitorizado el faro en su totalidad para ser supervisado desde el Centro de Control situado en el puerto de Ferrol. En el año 1998 se elimina el radiofaro circular LB-100 y se instala una estación de DGPS que se encuentra funcionando en la actualidad. 

Texto extraído de la siguiente fuente : farosferrol

Señales de poblaciones

Parece ser que la mitad de los núcleos de población que hay en España...¡están en Galicia! Por eso es fácil encontrarte con nombres curiosos, peculiares y divertidos que llaman la atención. Cuando aparece alguno que me inspira algo, paro el coche, lo fotografío y después le hago un montaje. Empezamos por "DA" que pertenece al Concello de "As Pontes" (A Coruña).

La aldea de O Piornedo (Lugo)

 

Este verano hicimos una escapada a la sierra de Os Ancares,en Lugo, concretamente a la aldea prerromana de O Piornedo,en la parroquia de Donís,municipio de Cervantes..La carretera es algo tortuosa,ya que es una carretera de montaña(la aldea está a casi 1300 metros de altura),pero las vistas son espectaculares y merece mucho la pena.Podemos ver gran cantidad de castaños, hayas, robles, tejos, acebos y con algo de suerte podremos ver algún espécimen de la fauna que puebla estos montes como ciervos, ginetas, gatos monteses e incluso osos(aunque éstos ya es muy difícil).

 

 

  Pasear por la aldea de O Piornedo es como dar un salto atrás en el tiempo,ya que se conservan gran cantidad de pallozas,que son las viviendas tradicionales de estas montañas y tienen su origen en los antiguos poblados celtas.De hecho su forma y materiales de construcción prácticamente no han cambiado en los últimos dos mil años.Su forma redondeada y sus techos de paja y centeno son inconfundibles.

Aunque ya están todas deshabitadas,se les sigue dando uso para tener animales,guardar herramientas y hacer la matanza,y es por eso por lo que se han conservado tan bien hasta nuestros días.Se puede visitar una palloza-museo,llamada “Casa do Sesto”,que está igual que cuando se dejó de vivir en ella en 1970.Sus dueños (que viven enfrente) explican muy amablemente cualquier cosa que uno quiera saber.De hecho la dueña nació en esa palloza,así que nadie mejor para ello.

 

 

Son viviendas muy funcionales para el medio y la época en que eran habitadas,tan alejada de las comodidades que disfrutamos hoy en día.Mantienen una temperatura constante(entre 15 y 18 grados),lo que las hace frescas en verano y cálidas en el duro invierno de Os Ancares.

La Casa do Sesto en concreto no ha sufrido ninguna reforma durante las últimas siete generaciones,a excepción de ir sustituyendo partes del tejado que se van deteriorando,algo que cada vez es mas difícil ya que casi no queda nadie que sepa como hacerlo.

 

Recorrer las calles de este pequeño pueblo tiene un encanto irresistible,y parece que en cualquier momento te vas a encontrar con un zoela,uno de los antiguos habitantes de estas tierras.

A Marronda en otoño (Lugo)

El otoño es una época magnífica para disfrutar del colorido que nos ofrece la naturaleza. Un despliegue de amarillos, marrones, naranjas y el siempre presente verde nos regalan una sinfonía de color. 

A 30 kilómetros de la ciudad de Lugo nos encontramos A Marronda, un espectacular bosque autóctono gallego que mantiene un excepcional estado de conservación.

Un paseo en coche, despacito, apreciando el paisaje, parando donde te apetece, porque apenas si nos cruzamos con tres coches en toda la mañana...y cuando bajas, te pones a recorrerlo, a oler esa vegetación húmeda, a caminarlo escuchando el silencio, palpando la paz y la tranquilidad que te rodean ¡es una verdadera delicia! 

El árbol predominante es el castaño, que en esta época está especialmente bonito, alfombrando de hojas marrones, erizos y castañas ambos lados de la carretera.

Durante el recorrido impactan los túneles vegetales que forman los árboles y el encanto irrepetible que dan todas y cada una de las hojas que caen suavemente.

A Marronda en otoño ¡¡un placer para los sentidos!!