A Quinta da Aveleda, en Penafiel, es
mucho más que una bodega donde se elaboran algunos de los mejores
vinos de Portugal. Con más de trescientos años de historia, el
entorno paisajístico ha ido evolucionando hasta crear uno de los más
bellos jardines que hemos visto. Escaleras llenas de musgo, rincones
sacados de un libro de magia, casas de cuento, estanque donde los
cisnes se desplazan entre aguas verdosas que parecen pintadas por un
impresionista, eucaliptos gigantes, sequoias, cipreses de los
pantanos, antiguas bodegas llenas de barriles con su preciado
contenido donde el tiempo hace mucho que se detuvo. Este lugar
transmite paz, quietud y una calma difícil de encontrar en estos
tiempos. Al final del recorrido se degustan unos caldos elaborados
aquí, el perfecto colofón a una visita absolutamente imprescindible
si te encuentras de ruta por el norte de Portugal. Damos las gracias
a nuestra buena amiga Rocío que nos habló maravillas y nos
recomendó este lugar tan especial.