El castro de A Graña se encuentra en el lugar de Murelos, en el concello de Toques. El yacimiento se sitúa a una altitud de 553 metros sobre el nivel del mar.
Los inicios del castro se remontan al S. VIII a. C. con un poblado de viviendas de madera y barro. Bajo la influencia de la romanización aparece una arquitectura de piedra tanto en las casas como en la muralla y se construye la entrada por la que accedemos al castro. Tras 1200 años siendo habitado, en el S. IV-V, el castro es abandonado por sus pobladores.
Los inicios del castro se remontan al S. VIII a. C. con un poblado de viviendas de madera y barro. Bajo la influencia de la romanización aparece una arquitectura de piedra tanto en las casas como en la muralla y se construye la entrada por la que accedemos al castro. Tras 1200 años siendo habitado, en el S. IV-V, el castro es abandonado por sus pobladores.
El castro es de reducidas dimensiones, tiene forma ovalada y está rodeado por una muralla. Según el profesor Acuña Castroviejo, el camino de acceso se realizó en época romana, posiblemente cuando se hizo una gran reforma al castro. Este camino está excavado en la roca , mide unos 50 m., tiene una profundidad de tres metros y un ancho de dos y medio.
En las losas naturales del suelo se aprecian rodadas de carros, lo que indica que éstos penetraban de forma regular en el castro.
Uno de los aspectos más significativos de la estructura arquitectónica del camino de entrada es la existencia de un armazón de madera que lo cubriría por completo. Los materiales hallados dentro del camino proceden de la época romana : molinos circulares, cerámicas pintadas, tachuelas de hierro...etc.
La entrada al castro estaba protegida por dos torreones, uno a cada lado, con una puerta levadiza en la entrada.
Dentro de la croa hay viviendas de forma rectangular, de la época romana, sin embargo las excavaciones arqueológicas también mostraron las viviendas más antiguas del poblado. Estas construcciones constaban de fondos de cabañas excavadas en la roca a modo de zanjas, en las que se realizaron cimentaciones que evolucionaron desde la madera hasta la piedra. El techo, como las paredes, era de un entramado vegetal y en el interior se hallaron restos de hogares.
Fuente : Guía de los castros de Galicia