Cuando en el año 1962 Manfred
Gnädinger llegó a Camelle, se enamoró de la Costa da Morte y su
salvaje belleza. Este artista alemán decidió quedarse a vivir junto
al Atlántico y hacerlo de una forma lo más sencilla posible. Dedicó
el resto de sus días a elaborar esculturas de piedra junto a la
pequeña casita en la que vivía prácticamente como un anacoreta.
Durante muchos años se le pudo ver casi desnudo creando las formas
en piedra que salían de su imaginación. En un entorno de gran
belleza el contribuyó con sus formas imposibles a que el lugar fuera
aún mas especial si cabe. Todos en el pueblo de Camelle le querían
y le respetaban tal y como era. Durante el desastre del Prestige en
las costas gallegas el petróleo llegó hasta Camelle y manchó la
obra de Manfred. Al ver la labor de toda su vida arruinada se cree
que se dejó morir de tristeza, ya que falleció un mes más tarde.
Años después un violento temporal destrozó la mayor parte de su
obra que se perdió irremediablemente. Hoy solo quedan los restos de
su casa y unas cuantas esculturas para recordarnos la historia de
este hombre que tuvo la valentía de vivir como realmente quería.
Cuando vio la costa que tanto amaba arrasada por la marea negra del
petrolero “Prestige”, dijo que no se debería limpiar nunca, que
debía quedar como un recuerdo de que el hombre no quiere al hombre,
ni al mar, ni a los peces ni a la playa.
lunes, 25 de mayo de 2015
Manfred Gnädinger. Man de Camelle.
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lunes, 18 de mayo de 2015
Castro de Baroña. Porto do Son. A Coruña
En Porto do Son encontramos uno de los
castros mas bellos de Galicia, lo que no es poca cosa teniendo en
cuenta la cantidad de ellos existentes en la comunidad. Para llegar
hay que caminar por un sendero pedregoso entre un bosque de pinos
hasta llegar a la playa desde donde podremos apreciar perfectamente
la pequeña península sobre la que se alza el castro. Los
constructores del poblado aprovecharon un itsmo natural con un
relieve abrupto para el asentamiento, por lo que el mar brindaba una
magnífica defensa a la mayor parte del castro. En la parte que da a
la playa un enorme foso y una gran muralla de mampostería eran la
primera linea de defensa ante posibles ataques. Otra gran muralla
rodea el poblado sirviendo ya en muchos casos como paredes de las
viviendas del interior. El enclave es maravilloso. Paseando entre las
numerosas estructuras circulares y ovaladas, escuchando el mar
rompiendo alrededor del castro, casi puedes imaginar como era la vida
aquí hace dos mil años. El mar era su principal base de sustento
como lo demuestran los restos hallados en las excavaciones
realizadas. Este es uno de los mejores ejemplos de castros costeros y
desde luego es uno de los que hay que visitar sin excusas porque el
mismo castro y todo el paisaje que lo rodea hacen la visita una
experiencia única.
martes, 5 de mayo de 2015
Faro de Lastres. Luces. Asturias
Desde el pequeño pueblo de Luces se
puede llegar a este precioso faro que se hizo famoso por las escenas
que se rodaron aquí de la serie de televisión Doctor Mateo.
Enclavado en un paraje de enorme belleza, a su alrededor las vacas
pastan por los numerosos prados y las vistas de la costa asturiana
son magníficas. El entorno es de lo más tranquilo y vale mucho la
pena acercarse hasta este faro que no necesita salir en la televisión
para que podamos apreciarlo.
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