Mondoñedo (Lugo)

Mondoñedo es una de las villas gallegas que tiene la catalogación de Conjunto Histórico-Artístico. No en vano son muchos los edificios singulares que llenan sus calles. Por encima de todos ellos sobresale la catedral. Románica, gótica y barroca, su presencia llena Mondoñedo. El rosetón en la fachada principal y las pinturas murales de época medieval en la nave central destacan por su belleza. También en el interior se puede visitar el museo catedralicio, considerado de los mejores del país. Caminando por las calles podemos ver el palacio episcopal, el seminario de Santa Catalina, el santuario de los Remedios o la fuente vieja, construida en 1548 sobre otra ya existente, está coronada con el escudo imperial de Carlos I. Cerca de la fuente está la casa de Álvaro Cunqueiro, el gran literato gallego. No se puede separar a Cunqueiro de Mondoñedo y viceversa.

Por aquí pasa el Camino del Norte, por lo que es frecuente encontrarse con peregrinos atravesando las calles en dirección a Santiago, después de haber dejado atrás las costas del Cantábrico.

En Mondoñedo se mezcla la naturaleza del valle en que se ubica con una larga historia que impregna cada piedra que forma parte de ella.

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En estas fechas...

Con la imagen de nuestro fiel y juguetón compañero de paseos, os deseamos unas felices fiestas. Disfrutad de estos días junto a vuestros seres queridos y no dudéis en regalaros algún que otro paseo por los hermosos rincones que nos ofrece nuestra tierra.

Mera. Oleiros (A Coruña)

Cualquier momento es bueno para dar un paseo por Mera, tomar algo en sus terrazas frente al mar, recorrer su paseo o disfrutar de su bonita playa. Si vais con niños, les encantarán las aves que hay en la laguna. Uno de nuestros paseos matutinos de domingo preferidos.

Faro Illa Pancha. Ribadeo (Lugo)

 

Illa Pancha es un pequeño islote de poco más de una hectárea de extensión en la margen occidental de la ría de Ribadeo. En la parte alta se encuentra desde 1857 un faro que guía a los navegantes en las bravas aguas atlánticas hacia la villa de Ribadeo, de donde son famosos sus navegantes.

La luz de este faro se eleva 28 metros por encima de las aguas y su alcance es de 21 millas. La isla está unida a tierra por un puente, si bien este suele estar cerrado a los visitantes. Desde Ribadeo un paseo marítimo excepcional nos lleva hasta este faro donde en los días de calma puede disfrutarse de unas magníficas vistas y en los de tempestad, de toda la furia del Atlántico golpeando Illa Pancha, que aguanta indiferente las embestidas mientras el faro ilumina el camino a aquellos que lo necesiten.

Festa da pisa da castaña en Froxán. O Courel (Lugo)

Desafiando a las bajas temperaturas de esta época del año, nos acercamos hasta Froxán, en pleno Courel para disfrutar de la Festa da Pisa da Castaña, una tradición recuperada por la Asociación Fonte do Milagro. A 450 metros de altura, Froxán es un buen ejemplo del pueblo típico de la Serra do Courel, e incluso goza de la declaración de bien de interés cultural y etnográfico. Cientos de personas nos apiñábamos para disfrutar de la “pisa da castaña”.

Las castañas estaban en un sequeiro, en la parte inferior de éste se quema madera y en la parte superior el humo que se cuela por las rendijas va secando las castañas. Éstas son introducidas después en un grueso saco que es batido acompasadamente por dos personas contra un tronco cubierto con un pellejo hasta desprender la “puxa” o cáscara del fruto. Las dos personas tienen que estar perfectamente coordinadas para que el resultado sea el idóneo. Cuando cambia el sonido del golpeo del saco en el tronco, uno grita “fuera” y se la da un golpe más.

Después se vacía el contenido del saco en unos cestos para “abandoxalo” y separar así la cáscara y dejar las castañas limpias. 

El señor Xan de Vilar es todo un experto y dio muestras de ello:

El ambiente era fantástico y después de las demostraciones de pisa da castaña, Celso Fernández Sanmartín nos deleitó con un pregón maravilloso ensalzando las bondades de las aldeas y contando anécdotas que provocaron la sonrisa de todos los presentes. 

Un día especial que, como es habitual en estos eventos, acaba con una buena comida en la carpa dispuesta para ello, donde además del churrasco y el pulpo á feira, no podía faltar la reina del día: la castaña.

Queremos agradecer desde aquí a todos los que se esfuerzan para que estas tradiciones no queden en el olvido, pues son muchas las aldeas que poco a poco desaparecen y con ellas una buena parte de nuestra historia.