En la localidad palentina de Pedrosa de
la Vega podemos ver uno de los yacimientos arqueológicos más
importantes del mundo romano hispánico. Se trata de la Villa romana
de La Olmeda. Descubierta en 1968 por el historiador y arqueólogo
cántabro Javier Cortes en una finca de su propiedad al realizar unos
trabajos en unas tierras de cultivo, su principal atractivo es su
gran conjunto de mosaicos. Javier Cortes trabajó en ella hasta que
en 1980 la donó a la diputación de Palencia.
Según los restos de la estructura de
una primera villa situada al norte de la que hoy puede visitarse, la
villa data del siglo I. Pero a mediados del siglo IV se levanta la
actual. Era una casa con dos partes separadas por un amplio corredor
o pasillo. Una parte era la vivienda de los dueños y la otra los
baños. La fachada estaba flanqueada por dos torres octogonales. Su
extensión supera los 4,400 metros cuadrados, de los cuales mas de
1400 son de mosaicos. La villa se completa con otras dependencias
para almacenes, cuadras o viviendas de siervos. Muchos de estos
mosaicos están muy bien conservados y pasear por las pasarelas
instaladas es toda una experiencia. Impresiona ver lo que eran
capaces de hacer y el enorme sentido estético que tenían. El Oecus
era la sala principal de la villa y es allí donde se encuentra el
mosaico mas importante de La Olmeda. Una escena de 175 metros
cuadrados dividida en tres partes. En la entrada una escena de caza
donde un jabalí acosado por perros destaca por su realismo. En el
centro de la estancia la escena mitológica de Aquiles en la isla de
Skyros. Vemos al propio Aquiles, a Ulises y a Rea, la esposa del rey
de Skyros. La tercera parte es una hermosa cenefa que rodea la escena
de Ulises y Aquiles. Su belleza y cuidada factura la hacen única.
Sorprende ver mosaicos con numerosas
cruces gamadas, se trata de un símbolo solar. Mucho después los
nazis la adoptaron como emblema y tergiversaron su significado.
Declarada bien de interés cultural en
1996 para nosotros fue un descubrimiento maravilloso. Queremos
resaltar también que la instalación facilita la visita y
observación de los mosaicos. Lo destacamos porque no siempre es así.
Todo el conjunto de la villa es
excepcional. Un auténtico tesoro de visita obligada para todos
aquellos que aman la historia, o simplemente para los que aprecian
las obras de arte, porque los mosaicos de La Olmeda son arte con
mayúsculas.
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