Este año nos acercamos hasta Ares por
la noche para ver como montaban sus espectaculares alfombras florales
para la celebración del Corpus. Otros años habíamos ido sólo
la mañana del domingo, cuando ya estaban terminadas, pero queríamos
ver el proceso de creación. Es algo maravilloso ver como la mayor
parte del pueblo colabora en la realización de estas alfombras
vegetales. Muchísimos niños ayudando a los adultos de todas las
edades que durante horas trabajan para que al día siguiente Ares
amanezca alfombrada con los diseños elegidos para adornar sus
calles. El ambiente era sensacional, con cientos de personas por las
calles. Los termos con café, chocolate y cacao caliente no paraban
de recorrer los lugares donde se montaban las alfombras para ayudar a
los artistas a soportar una noche algo más fría de lo normal para
la época que estamos. Este año, debido a la climatología no ha
habido mucha flor, así que se las han tenido que ingeniar para
suplir este contratiempo. En cualquier caso, una vez más Ares se ha
echado a las calles para celebrar esta fiesta en la que la
colaboración de todos es fundamental. Las risas de la gente y el
aire de camaradería que se respiraba, mezclados con los muchos que
fuimos a ver cómo se creaban estas auténticas obras de arte efímeras,
convirtieron esta larga noche en Ares en todo un espectáculo.
En la próxima entrada, os mostraremos las alfombras ya terminadas.
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