sábado, 31 de agosto de 2013

Catedral de Salamanca



Bella e imponente, la catedral de Salamanca no es una, sino que son dos. La vieja, comenzada en el siglo XII, románica aunque ya con elementos góticos en su finalización. Sobria y recogida, no hay que perderse el retablo mayor, la capilla de San Martín con sus pinturas murales o la capilla de los Anaya. Hay que recorrerla despacio, casi con parsimonia para que la serenidad que desprende acabe contagiándose.
La catedral nueva, gótica, renacentista y barroca, se desarrolla a partir de la vieja pero respetándola y ensalzándola. Empezada en el siglo XVI es terminada en 1733. Su portada principal es un prodigio compositivo y de ornamentación. El coro es espectacular y la capilla de Todos los Santos bien merece una visita. Las dos catedrales se complementan y se realzan la una a la otra, formando un conjunto que las hace más hermosas que por separado. Rodearlas hace que a cada giro por las callejuelas se muestre una vista aún mejor que la anterior. Aunque sería injusto no destacar el Patio Chico, posiblemente uno de los mejores rincones de toda Salamanca. Se puede ver también desde las alturas en una visita llamada Ieronimus, donde recorres las dos catedrales por los tejados hasta la sala de las campanas, ofreciéndote otra visión de esta maravilla.
Como toda catedral, tiene también sus curiosidades, como el astronauta y el dragón comiendo un cucurucho de helado que podemos ver en una de las puertas laterales.
Las catedrales de Salamanca son dos, pero cuando se habla de su valor y su belleza, se convierten en una sola, majestuosa y espectacular.


































martes, 27 de agosto de 2013

Ciudad Rodrigo (Salamanca)



Bajo un sol abrasador buscamos refugio entre las murallas de Ciudad Rodrigo. Esta villa fue declarada conjunto histórico-artístico en 1944 gracias al gran patrimonio que conserva. Su muralla en forma de estrella la hermana con la cercana villa portuguesa de Almeida.
En la plaza mayor podemos ver la casa del marqués de Cerralbo y la antigua cárcel. Paseando por las calles nos encontramos gran número de casa blasonadas: la casa de los Miranda, la de la cadena, la de los Vázquez, el palacio de los Ávila y Tiedra, el del Príncipe... La catedral de Santa María y por supuesto el castillo de Enrique II de Trastámara. Hoy solo puede recorrerse por el exterior, ya que es un Parador de Turismo.
Todo el conjunto hace de Ciudad Rodrigo un lugar digno de una visita si os encontráis por la zona. Y si hace tanto calor como en nuestra visita, pues nada mejor que sentarse a la sombra en la Plaza Mayor y tomar algo bien frío.


















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