Recorrer las calles de Ribadavia es
sumergirse en su pasado medieval, presente en cada casa y cada piedra
que forma el casco histórico.
Aquí podemos adentrarnos en su
magnífica judería, una de las pocas que se conservan en Galicia.
Ribadavia hay que tomarsela con calma,
disfrutando cada paso por sus antiguas calles. En cada rincón hay
algo que admirar: un escudo en una fachada, una reja bellamente
decorada, soportales bajo los que guarecerse de la lluvia o del sol,
hermosas iglesias, piedras con antiguas inscripciones...
Cada año se celebra aquí la Festa da Historia, una magnífica recreación donde miles de personas se
caracterizan para trasladarse al medievo.
Ribadavia es conocida también por sus
vinos. Aquí puedes degustar en cualquier taberna un delicioso ribeiro, para después volver a adentrarte por sus callejas y dejar
que el tiempo transcurra pausadamente.
Genial. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Emilio.
Eliminar