Es la prolongación natural de la playa de Baldaio, con la cual forma un impresionante arenal de casi 5 kilómetros de largo.
Aunque en verano tiene una ocupación alta debido a la limpieza de sus aguas y su entorno privilegiado (todos los años cuenta con bandera azul), en esta época suele estar prácticamente vacía y es un verdadero placer pasear por ella. De hecho nos llamó la atención que a pesar de que hacía algo de frío no había familias con niños jugando en la playa. Seguro que cualquier centro comercial estaba atiborrado ese día, mientras una playa magnífica como es Razo se encontraba casi desierta.
Hay una gran zona de aparcamiento y varios bares donde poder tomar o comer algo. Es bastante frecuente ver en Razo a surfístas, ya que la bravura de sus aguas la hacen perfecta para la práctica de este deporte.
Preciosa vista de la playa desde Santa Mariña :
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