El pasado fin de semana volvimos de nuevo al faro de Punta Nariga. Es un lugar con un encanto muy especial. La carretera que lleva hasta él recorre un monte lleno de rocas cuyas formas hacen volar la imaginación. El faro se alza como un perfecto vigía del Océano Atlántico.
Nos fuimos con su imagen en el retrovisor y en nuestras retinas.
Cerca del faro se encuentra la Playa de Seiruga, con vistas a las islas Sisargas y rodeada de complejos dunares.
Dejamos Seiruga camino de Malpica, pero nos detenemos antes en el desvío que lleva a la ermita de San Adrián, para recorrer un sendero por el monte que nos regala unas preciosas vistas de las Islas Sisargas.
Me encanta, miro las fotos y me invade una gran paz. ¿Qué tienen los faros que resultan tan atrayentes?
ResponderEliminarUn beso
Los faros trasmiten paz porque los asociamos a lugares solitarios y tranquilos.Además suelen estar en entornos preciosos,y eso los hace aún más atrayentes.¿Habrá alguien a quien no le gusten los faros?
ResponderEliminarMe imagino el silbido del viento y el rumor de las olas contra las piedras. Lindas fotos, la que más me gustan es esa del sendero y los pastizales y la última.
ResponderEliminarBesos.
Luis, ese día el mar estaba bastante tranquilo, pero cuando hay temporal, esa costa se transforma en una de las más salvajes del mundo, por eso recibe el nombre de "Costa da Morte" Costa de la Muerte.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Los faros dan sensaciones distintas, a mi me dan, además de serenidad, tranquilidad, seguridad, sabes que están allí y te orientan y apoyan.
ResponderEliminarTodas las fotos son espectaculares, en particular me fascinan las rocas con formas de animales y la última, que además de ser una vista espléndida, tiene el adorno de las hermosas flores.
Un beso grande!
Allí puedes ver rocas con formas imposibles y dejando volar la imaginación descubrir en ellas formas maravilosas e inquietantes a la vez.
ResponderEliminar¡¡Un abrazo!!