Intentar describir Salamanca en unas
pocas líneas es sin duda algo imposible. Porque a cada paso de su
casco viejo puedes encontrar un edificio, un palacio, una iglesia,
una casa blasonada...cada una más hermosa que la anterior. Son
muchos los lugares dignos de ser mencionados y a costa de dejarnos
muchos en el tintero mencionaremos algunos de los que vimos. Como no
empezar por la magnífica Plaza Mayor. Porticada y con el Ayuntamiento en el lado norte bulle de actividad a cualquier hora del
día y de la noche. Debe de ser sin duda una de las más bellas de
España. Saliendo por el arco de la Plaza del Corrillo vemos la
iglesia de San Martín y desde allí bajamos la Rúa Mayor y nos
adentramos en el casco viejo. La famosísima Casa de las Conchas hace
honor a su nombre y asombra su fachada cubierta con centenares de
conchas. Considerado el edificio mas representativo del arte civil de
la época de los Reyes Católicos cuenta con una rejería exterior
maravillosa. Solo puede visitarse el patio ya que el interior alberga
una biblioteca. Enfrente, La Clerecía también hace méritos para una
visita. Por supuesto las catedrales son obligadas y dejándonos
llevar por nuestros pasos vamos recorriendo calles para asombrarnos
con el convento de las Agustinas, el palacio de Monterrey, la fachada
de la Casa de las Muertes y al lado la casa donde vivió Miguel de
Unamuno. La capilla de la Veracruz, el colegio Fonseca y yendo hacia
la zona del río Tormes la fantástica Casa Lis, que alberga el museo
de art noveau y art decó. Impresionante su vista nocturna desde
cerca del puente romano junto al que hay un berraco de piedra. Aunque
el huerto de Calixto y Melibea es sólo un pequeño jardín, vale la
pena acercarse para ver una bonita imagen de la catedral. Otro
edificio cerca de allí alberga el archivo de la guerra civil y una
exposición permanente sobre la masonería. El convento de San
Esteban y al lado el de las Dueñas son imprescindibles. En la
fantástica fachada de la universidad hay que encontrar la rana
posada sobre una calavera, símbolo de buena suerte. Podríamos
seguir nombrando lugares porque en Salamanca no se acaban. Es difícil
encontrar una ciudad con tanto patrimonio en tan poco espacio. Es
imposible no asombrarse a cada metro con lo mucho que ofrece al
visitante. Recomendamos Salamanca porque nos ha enamorado. Porque es
una de las ciudades más bonitas que hemos visto. Porque está llena
de vida y sabe conjugar su historia y su pasado con el presente. A
orillas del Tormes se levanta Salamanca, a la que hay visitar para
recorrer sus casco antiguo al menos una vez en la vida.
Me encanta tu blog, los comentarios de los lugares que visitas y por supuesto las fotografías. No recuerdo como lo encontré, pero lo tengo en favoritos; son lugares que animas a visitar y por los en cuanto pueda "pasearé".
ResponderEliminarGracias por tus palabras, nos alegra saber que compartiendo nuestros paseos te animamos también a visitarlos. Ojalá los disfrutes tanto como lo hacemos nosotros y ya nos contarás. ¡Un saludo!
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