Como cada lunes de entroido, en el
pequeño pueblo de Salcedo, en A Pobra do Brollón, el oso sale de su
guarida después de la hivernación para recordarnos que la primavera
ya está cerca. Viene acompañado de sus criados, que son los
encargados de apresar a los incautos visitantes y ofrecérselos al
oso. Llevan un cubo con una mezcla de ceniza y agua que el oso
utiliza para embadurnar a los cientos de personas que se congregan en
Salcedo. Es impresionante ver a la temible bestia avanzar por el
pueblo para atacar a las víctimas que previamente han atrapado los
criados, que al grito de: ¡Oso! ¡Oso!, avisan al feroz personaje
para que salte sobre su presa y la tizne de arriba a abajo. Si tienes
suerte sólo acabarás con la cara manchada, pero los hay que acaban
con la ropa destrozada y todo el cuerpo lleno de la pegajosa mezcla. No importa si eres hombre o mujer, joven maduro o
anciano. El oso de Salcedo no hace distinciones. Todos son
potenciales presas que atrapar. Durante las dos horas que dura la
cacería se suceden los gritos y la algarabía de los que inútilmente
tratan de huir de los criados y el oso. Al final son muy pocos los
que quedan sin tocar. Es un espectáculo maravilloso y todo el mundo se
lo pasa en grande. Incluso los niños, ya que antes de que el oso
salga a recorrer el pueblo hace su aparición el “Oso pequeniño”,
una pequeña criatura que se dedica atrapar a los más pequeños,
para que así todos vivan una jornada de lo más especial. Este es
uno de los entroidos gallegos que aún no conocíamos y nos ha
entusiasmado. Hay que ir a Salcedo para que el oso te atrape en esta
maravillosa celebración.
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