Hemos descubierto Logroño, una ciudad que desconocíamos y nos ha sorprendido. Su casco antiguo está muy bien conservado y a ello se sumaba el encanto de la iluminación navideña.
Cruzamos el Ebro por el Puente de Hierro y pasamos junto a la Casa de las Ciencias. Ironías de la vida, no pudimos entrar a ver una exposición de "Canis lupus signatus" porque nos acompañaba un canis lupus familiaris ...
Junto a la Iglesia de Santiago, nos encontramos con una curiosa oca : la oca del Camino de Santiago. ¡Una pena que esos dados no se pudiesen tirar!
Esta ciudad ha sido un bonito descubrimiento. ¡Una delicia pasear por ella!
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