Al pasear por las pequeñas y estrechas
calles de Combarro, te adentras en un pueblo pesquero que conserva
casi intacta su antigua esencia.
Declarado conjunto histórico-artístico,
es uno de los pueblos más singulares y bellos de Galicia.
Famoso por su aglomeración de hórreos,
la mayor parte de ellos están en primera línea de mar, con las
pequeñas casas de los pescadores justo detrás, construidas sobre un
afloramiento rocoso.
En otros lugares de Galicia también
hay un gran conjunto de hórreos, pero están mucho más dispersos,
por lo que en Combarro cada pocos pasos encuentras uno, ya que hay
mas de treinta.
Lugar de gran turismo debido a su
belleza, muchas de las antiguas casas son restaurantes donde se
puede comer un marisco excelente. Hay que destacar también sus
cruceiros, verdaderas obras de arte en piedra.
Fue un paseo especial, aderezado además
con el sonido de los cohetes que estaban lanzando, supongo que por ser
el día de la Inmaculada. Multitud de pequeñas tiendas donde podías
comprar desde un souvenir hasta un albariño cosechero, licores
caseros y todos los productos típicos de la zona, se apiñan por las
callejuelas de un pueblo que transmite su alma marinera en cada uno
de sus rincones.
Un ejemplo de la arquitectura popular
marinera, es sin duda uno de los pueblos más especiales de toda la
costa gallega.
Transcurría el año 1968, cuando el cura de Abegondo, don Eusebio, decidió organizar una excursión a la Isla de La Toja, con motivo de la finalización del curso de catequesis 1967-68. Yo fui el encargado de dibujar los panfletos que colgaron en las cristaleras de los dos autobuses repletos, de la empresa Vázquez, que nos trasladarían a la Toja.
ResponderEliminarEn aquella excursión, iba una “ chiquilla “ encantadora, de ojos verdes y piel canela, jovial y hermosa como una flor de lis. En ella, muy pronto se fijarían mis ojos jóvenes, que no querían perder detalle de aquel sueño.
Nuestras miradas y nuestras sonrisas se cruzaban en medio de los cantares del viaje.
Y, ya en las blancas arenas de aquel paraíso, nos fuimos adentrando en sus aguas claras, como aquellos claros ojos que me hechizaban.
Bautizamos el amor eterno bajo los rizos de sus aguas mansas.
LA PERLA DE LA TOJA
¿ Qué es el tiempo ?
Una medida añorada
que se cobija en el alma,
de recuerdos y mentiras,
de verdades y de nada.
Aún fue ayer, que en La Toja,
buceando, nada buscaba,
y un resplandor en la arena
me cegó en medio del agua.
Brillando he visto un tesoro
envuelto en concha de nácar,
me cautivó su belleza
al asomar su mirada.
Y esa mirada cautiva
en medio de aquellas aguas,
pasados los años me dio
cuatro perlitas de nácar.
El tiempo, sueño perdido,
que guardas dentro del alma,
no se sabe lo que oculta
dentro de lo que es la nada.
Antonio Puertas
Bonita história y precioso poema.
EliminarComo siempre un placer, Antonio.
Combarro es un lugar que refleja como pocos la arquitectura marinera popular gallega. Es una delicia para la vista contemplar todos esos hórreos junto al mar y guardo muy buen recuerdo de mi visita a la zona. Creo que lo incluyen en casi todos los recorridos turísticos a las Rías Bajas.
ResponderEliminarMe ha encantado dar un paseo virtual y recordarlo con vuestras estupendas fotos.
Un abrazo.
Nos alegra que estas fotos te hayan traido recuerdos agradables. Siempre es bonito recordar aquellos lugares de los que se guarda buen recuerdo.
EliminarSaludos, Raquel.
Desde Casa do Sear Turismo Rural nos ha gustado mucho tu artículo y fotografías. Lo vamos a compartir en nuestro facebook, obviamente con vuestra dirección y copyright. Gracias por enseñarnos estas fotos tan bonitas de nuestra Galicia. ¡No sabemos lo que tenemos a la vuelta de la esquina!
ResponderEliminar