Durante unos pocos días y animados por
una buena amiga que siempre nos habla maravillas de Navarra, recorrimos una parte de esta tierra de contrastes que nos ha enamorado, dejándonos con ganas de volver para conocer todos los rincones
a los que no tuvimos tiempo de llegar. Empezamos con la entrada
de San Martín de Unx nuestro recorrido por los parajes navarros.
Callejear por San Martín de Unx es
adentrarse en una población que conserva su trazado medieval de
estrechas calles y casas de hidalgos blasonadas. Empezamos junto a la
iglesia de Nuestra Señora del Popolo, en la parte baja del pueblo y
desde allí iniciamos una subida bajo un calor sofocante.
La
estrechez de las callejuelas nos proporcionaba sombra, aunque el
auténtico consuelo era encontrar unos rincones preciosos cada pocos
metros. Al llegar a la parte alta de la villa nos salió al paso la
iglesia de San Martín de Tours, una precioso ejemplo del románico
rural en Navarra. Tiene esta iglesia una cripta románica donde se
suelen celebrar bodas. Desde allí se disfruta de unas vistas
maravillosas sobre el entorno del pueblo. Al estar en la zona alta
soplaba algo de viento que nos reanimó y así pudimos continuar
nuestro recorrido ascendiendo un poco más para después empezar la
bajada hacia el lugar donde habíamos aparcado.
La tranquilidad en el pueblo era
absoluta, lo que hacía si cabe más encantador el paseo por las
callejuelas empedradas. A pesar del intenso calor disfrutamos
muchísimo de San Martín de Unx, un bellísimo pueblo que
recomendamos a todo el mundo.
Iglesia de San Martín de Tours:
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