Desde Lekunberri parte una carretera
que asciende por la Sierra de Aralar hasta llegar al Santuario de San
Miguel. Pasamos por el pequeño pueblo de Baraibar, y dejamos a un
lado el desvío que lleva hacia la cueva de Mendukilo, para ir
adentrándonos en una sierra llena de prados y bosques de hayas. A
nosotros, acostumbrados a ver el bosque gallego, nos sorprenden los
hayedos, por ser un bosque que casi no deja crecer maleza en el suelo
permitiendo así poder caminar sin esfuerzo por él. En otoño regala un colorido maravilloso, pero ahora en verano luce verde y
es también espectacular.
Ascendemos durante bastante rato entre
hayas y tejos con unas vistas cada vez mejores de toda la sierra
hasta llegar por fin al Santuario de San Miguel de Aralar. Se trata
de un templo románico del siglo IX desde el que se disfruta de una
vista impresionante. Guarda en su interior un retablo de esmalte y
cristal de roca considerado una obra maestra de la orfebrería del
románico.
Por toda la sierra hay rutas
señalizadas para hacer senderismo y poder visitar algunos de los
dólmenes que pueblan estas montañas.
La Sierra de Aralar muestra todo su
esplendor desde el Santuario, e incluso podemos ver parte de la
sierra de Urbasa-Andía.
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